Wow! La semana pasada de nuestras 500 subscritoras 500 leyeron el newsletter 🤯 GRACIAS! Tengo que contestar sus comentarios, no lo olvido!
Esta semana no ha habido drama gracias a Dios. Al parecer tengo un patrón que cada mes, sin excusa, tengo un bajón emocional y creeeeo que tiene que ver con el bajón literal que tenemos las mujeres. ¿Y si detectamos estas fechas y nos preparamos mes con mes? ¿Y si nos damos más amor esos días?
También esta semana salí de viaje sola por temas de trabajo y me sirvió mucho. Aunque fueron sólo dos días fue muy bien aprovechado, comí delicioso y por fin tuve silencio. Debería de ser obligatorio que las mamás tengan vacaciones de vez en cuando. Dichosas las que sí lo aplican.
Caí en cuenta que cuando algo me afecta en mi matrimonio o en mi emprendimiento las más afectadas son mis hijas porque mi manera de reaccionar es apagándome. No es contra ellas, pero así manejo cualquier tipo de situación incómoda. Estas semanas no han sido fácil profesionalmente y aunque me encantaría tener el espacio que necesito para hacer estrategias, para analizar dónde estoy parada, con hijas es más difícil. Al final tengo que soltar lo que no se puede controlar o cambiar. Me cuesta demasiado trabajo pero es mi única opción. Cuando me iba a ir de viaje Emma lloró mucho y no entendía porque me tenía que ir y quería ir conmigo. José me dijo que me la llevará y normalmente hubiera cedido pero han sido semanas de mucho ruido y movimiento que necesitaba hacerlo sola. A lo mejor fui egoísta para algunos pero hice lo que YO necesitaba. Estar sola. Regresé super contenta, súper aliviada del estrés que venía cargando, había avanzado en el trabajo después de un mes y estaba lista para ser mamá otra vez.
Justo en mi viaje una amiga nos mandó un mensaje sobre una discusión que había tenido con su esposo y aunque no le deseo el mal a nadie AMÉ que se haya abierto con nosotras porque identificarte con alguien es sanador. Escuchar sus historias es alentador, es conectar y saber que no eres la única. Sin saberlo nuestras historias eran casi iguales y hoy lidiamos con los mismos problemas. No saben toda la información, mejor dicho, medicina que me dieron y sin yo pedirla directamente pero sí al universo. Siempre me pregunto, ¿Cómo le hago para lidiar esta situación? ¿Cómo pongo límites sanos? ¿Cómo, cómo y cómo? Al final la conclusión fue no depender de tu pareja (duh!) porque eso se convierte en expectativas. ¿Cómo puedo hacer eso? Encontrando dónde eres, literal. Dónde eres más feliz. En mi caso es leyendo revistas, yendo por un chai sola, caminar en la playa escuchando un podcast sola, haciendo las cosas que le exijo a José pero que en realidad es lo que necesito exigirme a mí misma! Es mi interior pidiendo ese amor propio. Ahora cuando quiero amor o afecto, a lo mejor es momento de darme yo misma ese amor o ese afecto. Si José después me lo da, que padre pero ya no dependo de eso, ya rompí esas expectativas.
Esta semana lancé un proyecto increíble en Querida que se llama Happy Hour. Es una consultoría en línea y personalizada donde acompañaré a emprendedoras a cumplir sus sueños por cinco semanas. Es un curso y una terapia todo en uno. Habrá muchas invitadas especiales y les daremos todas las herramientas paso a paso para tener un negocio saludable. Ustedes ya saben que me encanta compartir y me encanta conectar con mujeres, crear comunidad. Happy Hour es todo eso y literal se vuelve una hora feliz a la semana donde platicarás con más mujeres emprendedoras y obtendrás retroalimentación sobre tu negocio. Me emociona muchísimo este proyecto que he invertido tanto tiempo. El año pasado lo hicimos y fue un éxito. Si estas pensando en hacer algo profesionalmente pero tienes miedo o no sabes por donde empezar o simplemente necesitas un equipo de mujeres atrás de ti apoyándote, este curso te puede ayudar!
Perdón si se volvió un comercial esta sección pero creo muchísimo en el poder de crear proyectos juntas y acompañadas. Me apasiona ayudar a más mujeres e inspirarlas.
Esta foto la tomé en un cafecito el día que se lanzo Happy Hour.
Aaaaaaah que fácil decirlo pero que difícil también ponerlo en práctica.
Hagámoslo por partes:
- Ten un ritual mañanero y otro de noche
- Enlista todo lo que te hace feliz hacer día a día
- Enlista actividades que te servirán como boost cuando tengas un bajón.
- Enlista 10 afirmaciones que ames.
- Si eres mamá, enlista 20 actividades que genuinamente amas hacer con tus hijas.
Si quieren comprar estas Cartas de afirmación (usen mi código QUERIDAPAMELA para obtener 10% de descuento)
Esta semana quiero compartirles 5 cosas que uso en mi día a día para TODO:
1. Querida Agenda - sin ella se me han pasado citas y llamadas. Soy la Querida más codependiente de su agenda.
2. Vela de Jo Malone - cuando me compré esta vela de $75 usd dije “Más le vale que huela rico y que me dure” llevo casi tres meses con ella y ya casi se me termina pero SI deja todo el cuarto oliendo delicioso. ¡Vale la pena!
3. Plumas de Paper Mate - He probado todo tipo de plumas y siempre regreso a esta marca. Este modelo no es mi favorito pero honestamente todas son igual de increíbles.
4. Tripié de Manfrotto - Llevo casi dos años con este tripié y me ha sacado mucho de apuros para hacer lives y tomar fotos con timer. Esta marca en especial es muy buena.
5. Audífonos de Apple - Un must para mis viajes o para cuando duermo niñas siempre escucho un podcast o música que me inspire. También los uso para llamadas, son buenísimos.
Me encantaría que compartieras este newsletter con tus amigas.
Cada Jueves estaré haciendo un mini giveaway de cosas que amo. Hoy toca un libro que compré en el aeropuerto de CDMX antes de tomar un vuelo a Cancún. Este libro me cayó como anillo al dedo en su momento y quiero heredarlo a una de ustedes.
La dinámica trata de compartir en tus historias de Instagram este newsletter y etiquetarme @pamelaromoa. Escribe en la historia ¿Porque te gustaría leer este libro y qué es lo que amas de mi newsletter?
Escogeré a una de ustedes y les mandaré este libro lleno de aprendizajes a su casa. Si alguien me inspiró a escribir es Rupi Kaur y espero un día escribir un libro así.
¡Gracias por compartir mis historias!